“Las alianzas con el PRI y el PAN fueron errores que nos alejaron de la gente”: PRD Edomex redefine su ruta política

Por Redacción Angélica Telles. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Estado de México celebró su primer aniversario como partido político local con un mensaje claro de ruptura con el pasado y una reafirmación de sus principios fundacionales. Desde la sede estatal, el dirigente Arturo Piña García aseguró que el partido no volverá a alianzas “que traicionen nuestros principios y confundan a la ciudadanía”. “Aprendimos la lección. Las alianzas con el PRI y el PAN fueron errores que nos alejaron de la gente”, expresó Piña, quien sostuvo que el PRD mexiquense inicia una etapa de autocrítica, honestidad y cercanía con las causas sociales. Con estas palabras, el dirigente marcó distancia de las coaliciones opositoras que, en elecciones pasadas, intentaron frenar el avance de Morena sin lograr resultados significativos en el estado. “El PRD Estado de México ha demostrado que sigue vivo, que sigue en pie. No somos una izquierda dócil, somos una izquierda que cuestiona, que exige y que actúa”, subrayó Piña, al tiempo que llamó a recuperar el contacto con las bases y a fortalecer las estructuras municipales del partido. Por su parte, Omar Ortega Álvarez, coordinador parlamentario del PRD en el Congreso local, reafirmó que el partido “no se rinde ni se vende” y convocó a mantener la unidad y la esperanza. “Nuestra voz sigue siendo la de miles de ciudadanos que creen en la justicia social, en la igualdad y en la libertad”, afirmó Ortega. Durante el acto conmemorativo se develó una placa con los nombres de la dirigencia ejecutiva municipal y se presentó un mural fotográfico que retrata el primer año de actividades del partido como fuerza local. Arturo Piña reiteró su invitación a ex dirigentes a regresar al partido: “Las puertas están abiertas. Este proyecto no es de unos cuantos, es de todas y todos los que creemos en un Estado de México más justo”. Análisis: Repercusiones y escenarios en el Estado de México 1. Fractura en la oposición tradicional El posicionamiento del PRD mexiquense rompe con la narrativa de unidad opositora que en los últimos años agrupó a PAN, PRI y PRD en un frente común contra Morena. Este giro estratégico podría: Reducir el margen de acción de una oposición unificada de cara a 2027 (gubernatura). Debilitar candidaturas comunes en municipios clave del Valle de México. Reabrir tensiones entre las dirigencias estatales de los partidos tradicionales. 2. Reconfiguración del espectro de izquierda Con Morena dominando la escena política del Edomex, el PRD busca diferenciarse como una izquierda crítica e independiente, distanciándose también del oficialismo: Esto podría posicionarlo como alternativa en sectores progresistas desencantados con Morena. Sin embargo, su capacidad de crecimiento dependerá del arraigo territorial y la credibilidad de este relanzamiento. La clave será evitar que este discurso quede sólo en lo simbólico y logre materializarse en candidaturas competitivas. 3. Reto: recuperar la base territorial y la credibilidad Después de años de declive electoral, el PRD enfrenta el desafío de reconstruir desde lo local: En municipios como Nezahualcóyotl, Chimalhuacán o Texcoco —históricos bastiones del PRD—, la presencia del partido se ha debilitado. Sin alianzas, el umbral electoral se vuelve más exigente para competir en 2027. La narrativa de “una izquierda firme, congruente y no subordinada” puede atraer a liderazgos sociales si se acompaña de acción territorial sostenida. 4. Repercusiones en Morena y oposición Morena podría beneficiarse a corto plazo por la fragmentación opositora, pero un PRD más activo podría convertirse en un contrapeso político real, sobre todo si capitaliza malestares ciudadanos con la gestión actual. El PRI y el PAN, al perder a un ex aliado, verán reducida su capacidad de articulación regional en zonas urbanas y populares donde el PRD aún conserva simpatías históricas. El mensaje de Arturo Piña marca un parteaguas para el PRD en el Estado de México. El partido busca renacer como fuerza de izquierda autónoma, apelando a su historia de lucha social, pero también enfrentando un entorno dominado por Morena y con un electorado cada vez más escéptico ante los partidos tradicionales. El éxito de esta nueva etapa dependerá menos de las declaraciones y más del trabajo en el territorio, la construcción de liderazgos genuinos y la capacidad de conectar con las demandas reales de la ciudadanía.