“Dilexi te”: el amor como camino social. La primera exhortación del papa León XIV
Por Angélica Telles Rojas Introducción: un nuevo pontificado, una vieja urgencia El 9 de octubre de 2025, el papa León XIV publicó su primera exhortación apostólica titulada Dilexi te (“Te he amado”), firmada unos días antes en Asís, tierra de San Francisco. Con este documento, el nuevo pontífice no solo marca el tono espiritual de su pontificado, sino que también traza su hoja de ruta social y pastoral: una Iglesia que ama sirviendo, que evangeliza compartiendo y que encuentra en los pobres el rostro vivo de Cristo. El texto llega en un contexto mundial complejo. La pospandemia, las guerras regionales y la crisis ecológica siguen dejando heridas profundas. En medio de esas sombras, Dilexi te no se presenta como un tratado doctrinal, sino como una carta de amor y compromiso. León XIV recoge la herencia de sus predecesores —especialmente la línea pastoral del papa Francisco— y la proyecta hacia el futuro con un énfasis claro: el amor no es un sentimiento piadoso, sino una fuerza transformadora que debe encarnarse en estructuras justas. 1. Un título que revela una intención El título Dilexi te, tomado del Evangelio de Juan (“Como yo os he amado, amaos también los unos a los otros”), sintetiza toda la exhortación. El Papa la estructura en tres grandes partes: 1. El amor que nos funda (una meditación teológica sobre el amor de Dios). 2. El amor que se hace servicio (la dimensión social y pastoral del amor). 3. El amor que transforma el mundo (el compromiso cristiano con la justicia y la paz). Desde las primeras líneas, León XIV advierte que “no hay fe auténtica sin amor activo”. Con un lenguaje directo, casi poético, invita a los creyentes a dejar atrás la indiferencia y a mirar a los pobres no como destinatarios de caridad, sino como sujetos de dignidad y esperanza. 2. La herencia de Francisco: una Iglesia de los pobres No es casual que Dilexi te haya sido firmada en Asís. El Papa cita con frecuencia a San Francisco como modelo de una “santidad abierta, alegre y concreta”. La figura del poverello sirve de hilo conductor para recordar que el amor cristiano se mide en gestos: en la cercanía, la ternura y la gratuidad. En este sentido, el documento continúa la línea de las exhortaciones del papa Francisco (Evangelii Gaudium, Gaudete et Exsultate, Fratelli tutti). Sin embargo, León XIV introduce su propio matiz: mientras su predecesor insistía en la fraternidad universal, él subraya la radicalidad del amor personal. “No se puede cambiar el mundo si no se aprende primero a amar a alguien”, afirma en uno de los pasajes más citados. El Papa advierte también contra la tentación del asistencialismo. “El amor que no escucha es limosna sin alma”, escribe. Para él, servir a los pobres implica acompañarlos, aprender de ellos y reconocerlos como portadores del Evangelio. 3. Amor y justicia: una propuesta política del Evangelio Uno de los capítulos más comentados es el que León XIV dedica a la relación entre amor y justicia. Allí sostiene que la caridad no puede desligarse de la transformación de las estructuras sociales. “Amar al pobre significa trabajar para que deje de ser pobre”, sentencia con firmeza. El texto denuncia las desigualdades económicas, el deterioro ambiental y la indiferencia global ante las migraciones forzadas. Critica a los gobiernos que “ponen la economía por encima de la dignidad humana” y exhorta a los cristianos a involucrarse en la vida pública “sin miedo y sin odio”. Aunque no es un documento político, Dilexi te tiene claras implicaciones sociales. El Papa propone una “ecología del amor” que integra la defensa de la naturaleza con el respeto a la vida humana en todas sus etapas. Además, llama a renovar la pastoral urbana, la atención a los jóvenes y el compromiso con la educación. 4. Espiritualidad del amor cotidiano Más allá de las denuncias, la exhortación irradia esperanza. León XIV dedica un capítulo a lo que llama “la espiritualidad de lo pequeño”: el amor que se vive en los gestos cotidianos, en la familia, en el trabajo, en la comunidad. “Hay santos que no aparecen en los altares, pero que aman silenciosamente cada día”, dice. Este pasaje ha sido ampliamente citado en homilías y redes sociales, pues recoge la sensibilidad pastoral del nuevo pontífice: una fe sencilla, cercana y encarnada. Asimismo, el Papa ofrece una serie de meditaciones breves sobre el amor en tiempos de fragmentación digital. Reconoce que las redes pueden ser espacios de encuentro, pero también advierte que “el amor no se puede reducir a un clic o un emoticono”. Invita a los jóvenes a usar la tecnología “para comunicar esperanza y construir comunidad, no para encerrarse en burbujas de vanidad o violencia”. 5. Recepción y reacciones La publicación de Dilexi te ha suscitado una notable acogida. En Roma, varios cardenales destacaron su tono pastoral y su claridad espiritual. Algunos medios la han descrito como “la Evangelii Gaudium de una nueva generación”. Sin embargo, también ha recibido críticas. Algunos sectores conservadores consideran que el texto “politiza en exceso la caridad”, mientras que teólogos progresistas lo celebran como una renovación profunda de la doctrina social de la Iglesia. En América Latina, los obispos han señalado su relevancia pastoral para contextos marcados por la pobreza y la desigualdad. En Europa, se ha leído como un llamado a redescubrir la cercanía entre fe y acción social. Más allá de las interpretaciones, el documento ha reavivado el debate sobre el papel de la Iglesia en la construcción de un mundo más justo. 6. Un pontificado que comienza con un gesto de amor Dilexi te no es solo un texto programático; es una declaración de intenciones. Al elegir el amor como punto de partida, el papa León XIV marca una continuidad con el magisterio reciente, pero también una renovación de tono. León XIV parece decirle al mundo que la verdadera revolución cristiana no pasa por la confrontación, sino por la ternura. En sus propias palabras: “El amor no impone, propone; no conquista, acompaña; no grita, abraza”. Si su pontificado sigue la línea trazada en esta exhortación, la Iglesia podría vivir una nueva etapa de apertura, diálogo y compromiso social. --- Conclusión: el desafío del amor encarnado En tiempos de polarización y desencanto, Dilexi te propone una respuesta profundamente humana: volver al amor como principio de fe, de ética y de esperanza. No un amor sentimental, sino encarnado, concreto, que se traduce en servicio y justicia. León XIV no pretende ofrecer una teoría nueva, sino recordar una verdad antigua: “Dios nos amó primero”. Y desde ese amor primero, la Iglesia está llamada a amar de nuevo al mundo. En apenas unas páginas, Dilexi te consigue algo poco común: unir teología, poesía y compromiso. Es un texto que invita a mirar al otro con ternura, a la sociedad con lucidez y al futuro con esperanza.
10/28/20251 min leer


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