Día de los Cuidados: una llamada urgente a repensar el cuidado en nuestros espacios educativos
Por: Angélica Telles Rojas En el marco del Día de los Cuidados, cada vez cobran mayor relevancia las prácticas de cuidado integral dentro de las escuelas, no solo como un complemento a la enseñanza, sino como un eje central para la sostenibilidad de la profesión docente y la calidad del aprendizaje. En este contexto, la cantante, actriz y activista Ximena Sariñana, quien ha desempeñado también labores de sensibilización social, ofrece su visión sobre cómo el cuidado —hacia uno mismo y hacia los demás— es clave para enfrentar los retos del mundo educativo contemporáneo. El cuidado como componente esencial del trabajo docente Tradicionalmente, el cuidado ha sido un tema relegado al ámbito familiar o comunitario. Sin embargo, en los entornos escolares adquiere una dimensión distinta: los docentes no solo imparten conocimientos, sino que también acompañan, orientan y sostienen dinámicas humanas complejas en el aula. Ante ello, Sariñana advierte que “el cuidado empieza por reconocer que quien enseña también necesita ser cuidado” —una frase que invita a replantear las estructuras laborales y de bienestar en las que se inserta el magisterio. Cuando hablamos de “cuidado” en la escuela, no se trata únicamente de la atención dirigida al alumnado, sino de construir espacios donde el bienestar emocional, la salud mental, la equidad de género y la vida profesional convivan de forma equilibrada. Desde esta perspectiva, el Día de los Cuidados se convierte en una oportunidad de reflexión para las instituciones educativas, los sindicatos y los propios docentes. La voz de Ximena Sariñana: “El cuidado es política y acción” Con una trayectoria que combina música, actuación y activismo social, Ximena Sariñana aporta una mirada renovada sobre el vínculo entre creatividad, vida profesional y cuidado compartido. Durante una entrevista reciente, señaló que “no basta con decir que cuidamos; debemos diseñar las condiciones para que el cuidado sea verdaderamente posible”. Esta afirmación remite a la necesidad de políticas escolares que favorezcan la desconexión laboral, la formación en temas socioemocionales y la construcción de comunidades colaborativas. Para la artista, fomentar la cultura del cuidado en la escuela implica tres aspectos clave: Reconocimiento: Validar la dimensión humana del profesorado —más allá del rol técnico— y reconocer que la salud emocional y física del maestro repercute directamente en el aprendizaje del estudiante. Prevención: Crear condiciones de trabajo que reduzcan la carga administrativa, favorezcan la atención personalizada y promuevan la convivencia respetuosa en el aula y en la institución. Participación: Involucrar a toda la comunidad escolar —estudiantes, familias, docentes, personal administrativo— en la construcción de entornos de bienestar donde el cuidado mutuo sea un valor vivido. Implicaciones para el sector educativo La propuesta de colocar el cuidado al centro tiene varias implicaciones concretas para el ámbito educativo del Estado de México. Primero, exige reforzar los programas de formación docente, no solo en contenidos pedagógicos, sino en competencias de autocuidado, gestión emocional y liderazgo colaborativo. En segundo lugar, demanda una revisión de la estructura laboral para incluir espacios de recuperación, asesoría y acompañamiento, lo cual resulta particularmente relevante en zonas con mayor vulnerabilidad. Además, como apunta Sariñana, “cuando el cuidado está presente, la escuela deja de ser solo un espacio de transmisión para convertirse en un lugar de transformación”. Este enfoque abre la puerta a prácticas innovadoras: tutorías colectivas, redes de apoyo entre docentes, actividades de co-enseñanza, espacios de reflexión compartida y alianzas con organismos especializados en salud y bienestar. ¿Una agenda para todos? Aunque el Día de los Cuidados es simbólico, su valor radica en traducir la reflexión en acción. Para ello, Sariñana propone que los sindicatos y autoridades educativas asuman el reto de “hacer visible lo invisible”: horarios sobrecargados, fatiga digital, presión por resultados, aislamiento laboral. Al visibilizar estas problemáticas se pueden generar estrategias concretas: jornadas de bienestar docente, créditos para formación en salud mental, estructuras de mentoría, y protocolos de acompañamiento en crisis. Para el magisterio mexiquense, esta agenda representa una doble oportunidad: por un lado, fortalecer la calidad educativa al privilegiar la dimensión humana del aprendizaje; por otro, construir un sindicalismo del cuidado que vincule derechos laborales y bienestar integral. En palabras de Sariñana: “El cuidado no es un lujo, es un derecho”. Conclusión Hoy, en el Día de los Cuidados, la invitación es clara: mirar a la escuela más allá del aula, reconocer el trabajo invisibilizado del maestro y apostar por entornos donde el bienestar docente y la comunidad educativa caminen de la mano. La voz de Ximena Sariñana nos recuerda que, al final del día, todo aprendizaje emerge de espacios donde se siente cuidado y respetado el que enseña tanto como el que aprende. Esta llamada al cuidado es, en última instancia, una apuesta por una educación más humana, profesional y sostenible.
11/6/20251 min leer


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